El diablo nos visita: ‘La bestia en la pantalla. Aleister Crowley y el cine fantástico’… febrero 14, 2011
Posted by José Manuel Serrano Cueto in Libros, Terror.Tags: aleister crowley, jesús palacios, magiak, ocultismo, san sebastián
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Andamos recuperando textos para que no se pierdan en el limbo de Internet después de que Pasionporelcine.es desaparezca definitivamente de las pantallas. Así que os dejo ahora con la reseña de este magnífico libro:
La pasada Semana de Cine Fantástico de San Sebastián recibió la visita de Aleister Crowley (al menos en esencia, esencia quizás más «peligrosa» que su propia persona física). Uno de los grandes demonólogos cinematográficos, el veterano Jesús Palacios, se encargó de invocar su presencia a través de un libro, La bestia en la pantalla. Aleister Crowley y el cine fantástico, acompañándose por un séquito de adeptos al ocultismo: Frank G. Rubio, Luciano Berriatúa, Antonio Weinrichter, Robert A. Haller, Carlos Atanes, Carlos Arenas, Adolfo Reneo, Antonio José Navarro y Charly Álvarez. Las velas encendidas, el pentagrama pintado en el suelo, los demonios surgiendo de entre las sombras… y el volumen, el número 13 no por casualidad, como testigo de no sé cuántas horas de ritual. La bestia en la pantalla es un libro para neófitos, para quienes quieran iniciarse en la vida y obra del mago “esotérico y místico” Aleister Crowley, en cuya figura “abunda más la oscuridad que la luz” (Palacios, pág. 11) y cuya personalidad, y seguimos citando a Palacios, es de las «más destacadas e influyentes de la historia reciente” (pág. 11). Nosotros no vamos a decir quién fue Aleister Crowley porque para eso está Frank G. Rubio, que, en su capítulo “¿Qué Bestia torpe…?», ha dividido su biografía en varios apartados: “Los comienzos”, “El Despertar”, “El Profeta”, “Una utopía fallida”, “Los días finales”, “El amor es ley”, “Obras para la gran obra” e “Influencias y conclusión”. Rubio va arrojando sobre el mago un poco de esa luz perdida de la que hablaba Palacios y para ello utiliza la propia voz de Crowley, extractos de sus libros en los que el mago habla de sí mismo. Así, sabemos que nació en el número 36 de Clarendon Square (Leamington Spa, Inglaterra), que se inició en la Orden Hermética de la Golden Dawn el 18 de noviembre de 1898, que en 1912 recibió la visita de Theodore Reuss, quien le nombró jefe de la O.T.O. (Orden de los Templarios Orientales)… Profusa, y a veces compleja, la vida de Crowley (foto: abajo, a la izquierda), referente fundamental de la filosofía de Thelema («haz tu voluntad»), «el hombre más malvado del mundo» según la prensa de la época, un líder esotérico que tendría numerosos adeptos, entre ellos importantes personalidades de Hollywood, mundo en el que se encontraba especialmente a gusto. A este respecto resulta significativa la relación que mantuvo con Mary Desti (Mary d’Este Sturges), una actriz que se entregó a sus prácticas, rituales sexuales en muchos casos, y que solía llevar consigo a su hijo Preston. El tal Preston no era sino Preston Sturges, el prestigioso director de Los viajes de Sullivan (1941).